jueves, 30 de agosto de 2012

Viejo lobo de bar


Te voy a preguntar la misma estupidez 
que siempre me preguntan a mí. A qué te dedicas?
A beber.
barfly


La verdad nunca fui mucho de ir a cantinas, teniendo una casa para beber a gusto y poner la música que prefería y poder quedarme en coma por la intoxicación a la hora que yo quisiera, me parecía siempre más cómodo que ir a un bar o cantina, aunque en mi corazón siempre quedarán recuerdos en bares ya sea de la Comarca Lagunera o de algún lugar de México, o incluso Estados Unidos.

EL BÚNKER
Mi casa, donde a veces dormía, lugar favorito de amigos y enemigos, sin restricciones de ninguna índole, podías vivir días ahí si querías, siempre y cuando estuvieras dispuesto a vivir la experiencia. Fue el motel más famoso de Torreón en su momento, ahí si querías una cama sólo pagabas con alcohol tu estancia, las horas que pudieras. Yo no salía por semanas, ni la calle veía, la gente llegaba sola, pagaba su derecho a estar ahí y lo demás corría por mi cuenta; miles de historias ahí se escribieron, miles de días ahí se bebió hasta morir, literalmente.

EL OTRO PARAÍSO
Una historia particular, un día llegué a esa cantina después de una lectura de poesía, me acompañaban el mago y el señor H; ahí conocimos al gran José, el único cantinero del mundo AA. El lugar tenía grafiti escrito por algunos parroquianos, citas de escritores y la más alta filosofía cantinera. Nos quedamos para siempre, fue como mi casa por los años que estuvimos ahí. Se realizaron lecturas, exposiciones y el lugar tuvo su pegue en su momento, pocos lo visitábamos y eso lo hacía más nuestro, incluso se cerraba al público para que las amigas del Colectivo Nit pudieran convivir en la barra. Fue tanto el cariño que le tuve al Otro Paraíso que intente rentarlo aunque las condiciones del contrato no lo permitieron. El lugar cambió de dueños y la magia se acabó, luego lo que quedaba de él, lo tumbaron para hacer una plancha de concreto y vacío, feo y arrogante despilfarro. Mi gusto es que esa cantina la hicimos famosa.

LA ESTACIÓN
En todas sus versiones la Estación fue otro hogar para mí, un lugar para la visita obligada, ahí se realizaron también eventos importantes a nivel cultura, ahí presenté a mi entera satisfacción mi primer libro de poesía, ahí pasé momentos únicos con grandes personajes, lástima de DJ.

EL TUMBAO
Un día logramos lo que parecía imposible, que en el Tumbao vendiaran alcohol. Hoy en día es otro lugar obligado para la charla y la buena conbebencia, el último reducto de los artistas laguneros. Ahí nació la legendaria banda de jazz La Gran Farsa.

CAFÉ IGUANA
Mi lugar favorito de Monterrey, pura sabrosura, buenos amigos y las mejores bandas del país en vivo, las caguamas bien frías y la cercania con los grupos lo hacían un lugar con una mística muy especial. Ni el clima nos detenía para estar ahí. Grandes amigos con quienes compartí momentos irrepetibles. Lástima que la violencia nos lo cerró en el 2011.

EL HEMINGWAY
Bar en El Paso Tx, con la mejor cerveza que he probado en mi vida, una oscura alemana que te pega con tubo. Como es un lugar cercano a una universidad el lugar siempre esta lleno de jóvenes que siempre están dispuestos a pasarla bien. Sólo he estado ahí dos veces pero han sido momentos muy buenos, como el after con mi hermano después de ver a los Rolling Stones en el Sun Bowl de la Universidad de Texas; siempre ligaré en mi mente ese concierto con ese lugar, además el nombre le da onda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario